martes, 3 de febrero de 2015

Danzas en el Renacimiento



Danza bergamasca--> es una danza popular originaria de la ciudad de Bérgamo (norte de Italia). El baile representa las costumbres de los habitantes de Bérgamo, donde se originó la danza. Se representaba como una danza de cortejo circular por parejas; los hombres dan vueltas hacia delante y las mujeres hacia atrás hasta que la melodía cambia, las parejas se abrazan, giran sus pasos y comienzan otra vez. Gozó de cierta popularidad como una composición instrumental de Ostinato.





Pavana--> como todas las danzas de la época, la pavana fue un baile grupal en el que variaban las parejas danzantes. El nombre provino de la ciudad de Padua. Fue una danza cortejana solemne, que antecedía a un saltarello o a una gallarda. Esta danza lenta y majestuosa sirvió de introducción a la suite orquestal alemana del S. XVII.

Gallarda--> solía interpretarse después de la pavana  y era un danza rápida de compás ternario. Su origen se atribuye a Italia, donde se la conocía como romanesca también, y cuyo nombre deriva de gigolane, dar puntapiés. Su coreografía se caracterizaba por los saltos y movimientos enérgicos de la pierna. Uno de sus antecedentes es el turdión. 

Baja danza--> fue la danza cortesana más popular del siglo XV y XVI, especialmente en la corte de Borgoña. A menudo se trataba de una combinación de los compases 6/4 y 3/2. Cuando se bailaba, las parejas se mueven tranquilamente y con gracia en un lento movimiento de deslizamiento o caminar, alzando y bajando sus cuerpos, de dichos movimientos viene el nombre de esta danza. La basse danse más tarde dio lugar al desarrollo de la pavana. En ocasiones se emparejaba con el tourdion, debido a sus tempos contrastantes. La mayoría estaban escritas en forma binaria, con cada sección repetida. 

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